Camino a la perdición
El cine se caracteriza precisamente por ser un arte donde abundan todo tipo de géneros. Historias...hay muchas. Y también de todo tipo. Y en lo que respecta al cine negro, por supuesto que las hay. Pero, ¿cuanto tiempo hacía que no se escribía y sobre todo dirigía tan bien un largometraje así? ¿Y con esas fantásticas interpretaciones?
Camino a la Perdición es cine negro. Cine puro. Sam Mendes parece que cuando hace una película, lo hace a lo grande.
Y a decir verdad, lo consigue.
¿Por qué? Porque tiene una trama interesante. Porque le acompaña una banda sonora adecuada. Porque tiene una fotografía excelente. Porque sabe aprovechar todos los recursos. Porque sabe lo que hace.
Y a pesar de que el inicio pueda ser algo lento, desde el momento en que comienza la historia, este ritmo pausado cuenta con momentos de grandísima intensidad y emotividad. Los detalles son magníficos. Los fans y no fans del género la disfrutaran pues Mendes sabe cómo combinar la imperante seriedad del film con toques geniales, propios de los grandes, con una relación paterno-filial que guía la historia, y que a pesar de la marcada frialdad, consigue emocionar.
La manera de rodar y de contar la historia es tan perfeccionista, que lleva a pensar que el director realmente hizo con la película lo que quiso, tal y como la veía en su mente: aprovechó al máximo el guión de David Self, y le dio un toque ya personal, pues tras ver su última dirección en Jarhead, se puede decir que la huella del director es considerable en sus films. Y la verdad, es que precisamente mal no le ha ido: parece que podrá hacer de cada película que dirija, magníficas obras.
Y es que uno de los pilares del film es el apartado de interpretaciones. Cuenta con un lujoso reparto, en el que cada uno de los intérpretes borda su papel. Excelente Paul Newman, gran Jude Law y correctísimo Daniel Craig. Pero sin lugar a dudas, la mejor de todas es la increíble actuación de Tom Hanks, que se marca su mejor registro hasta la fecha, lleno de expresiones y gestos realmente admirables, convincentes, y a los que no todos pueden llegar. Una agradable sorpresa. Todo un acierto.
Porque en realidad, estamos ante una de las mejores películas de cine negro de los últimos tiempos. Todo un lujo. Una obra de arte.
Cine de verdad.
Camino a la Perdición es cine negro. Cine puro. Sam Mendes parece que cuando hace una película, lo hace a lo grande.
Y a decir verdad, lo consigue.
¿Por qué? Porque tiene una trama interesante. Porque le acompaña una banda sonora adecuada. Porque tiene una fotografía excelente. Porque sabe aprovechar todos los recursos. Porque sabe lo que hace.
Y a pesar de que el inicio pueda ser algo lento, desde el momento en que comienza la historia, este ritmo pausado cuenta con momentos de grandísima intensidad y emotividad. Los detalles son magníficos. Los fans y no fans del género la disfrutaran pues Mendes sabe cómo combinar la imperante seriedad del film con toques geniales, propios de los grandes, con una relación paterno-filial que guía la historia, y que a pesar de la marcada frialdad, consigue emocionar.
La manera de rodar y de contar la historia es tan perfeccionista, que lleva a pensar que el director realmente hizo con la película lo que quiso, tal y como la veía en su mente: aprovechó al máximo el guión de David Self, y le dio un toque ya personal, pues tras ver su última dirección en Jarhead, se puede decir que la huella del director es considerable en sus films. Y la verdad, es que precisamente mal no le ha ido: parece que podrá hacer de cada película que dirija, magníficas obras.
Y es que uno de los pilares del film es el apartado de interpretaciones. Cuenta con un lujoso reparto, en el que cada uno de los intérpretes borda su papel. Excelente Paul Newman, gran Jude Law y correctísimo Daniel Craig. Pero sin lugar a dudas, la mejor de todas es la increíble actuación de Tom Hanks, que se marca su mejor registro hasta la fecha, lleno de expresiones y gestos realmente admirables, convincentes, y a los que no todos pueden llegar. Una agradable sorpresa. Todo un acierto.
Porque en realidad, estamos ante una de las mejores películas de cine negro de los últimos tiempos. Todo un lujo. Una obra de arte.
Cine de verdad.
0 Comments:
Publicar un comentario