El Criticón De Cine: mayo 2007

El Criticón De Cine

Otra forma de ver el cine...

¿Podrán los piratas con las arañas?

25 mayo 2007


¡Atención lectores! Hoy se estrena Piratas del Caribe: En el fin del mundo, la ¿última? película de la saga de Disney, realizada por Gore Verbinsky. Estoy absolutamente seguro de que ninguno de ustedes tenía idea, pero bueno, ya os aviso. Con absoluta seguridad (me ofrezo a que me quemen en plaza pública en caso contrario) se llevará la inmensa mayoría de espectadores en este primer fin de semana. La duda está en si desbancará a Spiderman 3 del récord que posee, o más bien, de los récords en taquilla. Se admiten apuestas.

Ah, ¿pero es que todavía no sabéis de qué va? Aunque en realidad, creo que poco le va a importar a los cientos de miles de espectadores que acudirán en masa a las salas. Will y Elizabeth van en busca del querido capitán Sparrow, para librar una titánica batalla final, en la que deberán elegir qué bando defender, con tremendas consecuencias para el destino de los piratas. Vamos, efectos especiales y un guión no precisamente excelente. Seguro (misma apuesta que antes). Aunque, ¿qué más da en este tipo e películas? Por cierto, veremos si hay más secuelas o precuelas de la saga (el propio Depp ya ha manifestado que le encantaría seguir interpretando a Sparrow).

No obstante, los estrenos no se acaban aquí, y las altenativas a los piratas son, a partir de mañana viernes:

El buen nombre: película americana en la que una familia india se traslada de Calculta a Nueva York, con el cosencuente choque de culturas y búsqueda de identidad propia. Dirige Mira Nair (La Boda del Monzón).

Half Nelson: drama americano, dirigido por Ryan Fleck, en el que un joven profesor de instituto de barrio marginal (Ryan Gosling), que además es adicto a las drogas, entabla relación con una de sus estudiantes (Shareeka Epps).

Y dentro del género documental, dos propuestas: Elisabeth Kübler-Ross´: acompañar a morir Documental suizo sobre una mujer que ha dedicado toda su vida a la muerte y a los moribundos, que quiere desestigmatizar la muerte y mejorar el tratamiento de las personas que sufren enfermedades crónicas. Además, también está En el Hoyo, producción mexicana que sigue la historia de varios de los obreros que participan en la construcción de un puente en Ciudad de México.

Y por último, dos películas españolas. Por un lado, 'Dos rivales casi iguales': comedia española, en la que dos hermanos gemelos, interpretados por Andoni Gracia, se disputan la presidencia del Gobierno. Y por otro, 'Una mujer invisible': otra producción española, dirigida por Gerardo Herrero, sobre la vida de una mujer, que al no tener nada que perder, intentará seducir a un hombre para encontrarle cierto sentido a su solitaria vida.

Ciclo David Fincher

23 mayo 2007

David Fincher es uno de estos directores considerados como "de culto". Su película más comercial y probablemente más conocida, 'Seven', se convirtió en un referente del cine de hace una década. Y quizás esto, además de aumentar su caché de forma considerable, también le ha resultado un lastre a la hora de hacer sus siguientes películas. Y no me entendáis mal: me refiero a que, en Seven la sangre, el morbo y las escenas tensas marcaron un nivel que luego, podríamos decir, no obtuvo en La Habitación del Pánico o en la más reciente Zodiac. O al menos así piensa la mayoría de espectadores.

Aún así, Fincher es un buen director. Muy sólido, diría. Sus films siempre parecen compactos, sabe a donde van, la estética siempre bien cuidada, imprime un buen pulso a la trama...En fin, de lo mejorcito que tenemos en la actualidad (al menos desde mi humilde opinión).


Alien 3 fue el comienzo. La división de opiniones fue notable, pero tampoco se podía exigir más para un debut, tratándose de una secuela. Pero fue Seven la que le supuso un salto de fama: el boom taquillero y comercial fue brutal. La película no sólo contaba con actores de la talla de Morgan Freeman, Brad Pitt, Gwyneth Paltrow y Kevin Spacey, sino que el guión era bueno. O muy bueno. Y la dirección también. Además, se llevó a la crítica, por lo que el éxito fue realmente tremendo, y más teniendo en cuenta las características de la época, en la que las millonarias cantidades actuales resultaban inimaginables.

Posteriormente, llegó The Game. Michael Douglas y Sean Penn son dos pesos pesados suficientes para que, con una historia entretenida e interesante, Fincher ya empezase a hacerse un gran "hueco" en Hollywood. Muchas expectativas se habían creado pues, para su siguiente película: El Club de La Lucha. Y la verdad es que no defraudó. La dosis de violencia fue considerada por algunos como "excesiva", pero también gracias a eso, el número de adeptos ganados fue en aumento.

Quizás su ¿fallo? más sonado fue con 'La Habitación del Pánico'. Al menos en cuanto a la línea que parecía que había seguido. Demostró precisamente, que él tenía sus características propias, pero que no por ello todos sus films iban a ser iguales. Aún así, el film seguía teniendo su tensión propia, por mucho que no haya pasado a la historia como la mejor del director. Quizás su único traspies, aunque tampoco se podría considerar como tal.


Y ahora, después de 5 años desde su último estreno, llega Zodiac. Cinta larga, tensa...y hasta extraña. Se trata casi de un documental, que cuenta con unas interpretaciones de lujo: Robert Downey Jr. está genial, aunque sin duda es Mark Ruffalo quién se lleva la palma, al meterse realmente de lleno en el papel. Además, Jake Gyllenhaal secunda perfectamente, al igual que los demás personajes. El guión es bueno, sólido y la dirección estupenda. Logra momentos realmente tensos (por ejemplo, el de la pareja del lago, o el del sotáno...) y hace que te metas dentro de la historia. Hasta el punto de que al salir del cine, sigues pensando en ella. Eso sí, a no ser que te hayas quedado a mitad de camino, porque los 160 minutos de metraje hacen mella. Quizás sea este el único pero.

Crítica: Spiderman 3

07 mayo 2007

Lo aviso desde el principio: no soy un fan del cómic, ni friki de Spidey ni nada por el estilo. Le tenía muchísima simpatía a esta saga, me gustaba la serie de televisión cuando era pequeño y poco más. Si aún no has visto la película, no sigas leyendo. Y si te esperas una crítica "seria", tampoco.

Spiderman 3 se ha estrenado con records de taquilla en todo el mundo. Los trailers y las anteriores películas eran grandes alicientes para que los espectadores acudieran en masa durante el primer fin de semana. Además, es la película más cara de la historia, por lo que las expectativas eran máximas.

Pero el resultado final es, sin lugar a dudas, DECEPCIONANTE. Así, en mayúsculas. La película no tiene sentido alguno, la presentación de personajes no sólo es lamentable, sino que no terminan de encajar en la historia (si es que ésta existe). Las reacciones de los personajes son totalmente irreales, los diálogos son casi de comedia romántica (ese final con el amanecer de fondo, por Dios, sólo faltaba un beso...), y por si fuera poco, el apartado visual no ofrece nada nuevo, y aunque no está nada mal, la verdad es que hay bastantes escenas en las que se nota demasiado que los actores están delante de la famosa pantalla verde.

¿Qué tiene de bueno entonces? Poco. Muy muy poquito. Obviando los efectos especiales, sólo consiguió hacer que disfrutara una escena cómica de la película. Nada más: ni Venom (con la cantidad de esperanza que se había depositado en el malo malísimo por excelencia), ni Sandman (¿pero qué cagada es esa de que fuera quien mató al tío y quiere el perdón de Parker?), ni nada. Harry tiene un papel bastante estúpido (en la línea de la segunda parte de la trilogía), Mary Jane se comporta como una auténtica egoista amargada, y a Peter Parker le entran arrebatos que no se mantienen por ningún lado.

¿Pero quién se cree lo que ocurre? Vamos a ver...podría empezar con mil cosas. Pero lo voy a hacer con el final. Un hombre de arena de miles de toneladas de peso está destruyendo lo que se encuentra a su paso...pero ahí está una niña, con su cámara de fotos, al lado de su "mami", fotografiando el momento.

- "¡Mira mami! ¡Un bicho negro y una montaña de arena están aplastando a nuestro querido Spidey! ¡Y todo delante mía!

Además, por la tele lo cuentan en directo, como si fuera la cosa más normal del mundo. ¿Y qué decir de Mary Jane? ¿Qué caras son esas cuando te encuentras atrapada dentro de un coche, a 80 pisos de altura, en una telaraña gigante? ¡Si es que parece que cuando la enfocan está viendo la tele en el sillón de su casa!

Parece mentira que esté el mismo equipo que en las películas predecesoras. ¿Por qué el guión tiene un bajón de calidad tan brutal? ¿Cómo pretenden que nos traguemos frases como: "Mi mejor amigo", "Te perdono", o escenas como la del beso entre Spiderman y Gwen Stacy, el bailecito en la cocina, el del club...? ¿Y la historia de Sandman? Quiere el dinero para su hija pero...¡ahí va! ¡La niña no aparece sino al principio! ¿Qué está haciendo el resto del tiempo? ¿Dar de comer a las palomas?

El problema de Spiderman 3 es que no te crees nada de lo que te están contando. Y sí, ya lo sé, que es una película sobre un héroe de comic y blabla. Pero uno ya sabe que se puede encontrar cierto tipo de cosas, pero nunca una serie de sinsentidos, un film sin línea argumental alguna. En definitiva, no hay por dónde cogerla, y eso que me encantan las dos anteriores.

Aún con el propósito de pasar un rato entretenido, y nada más, me costaría recomendarla. Pero lo voy a hacer. Eso sí, atenganse a las consecuencias. Más de uno puede salir del cine cabreado, sin entrar en las incongruencias con el comic, que ya eso me da igual.
P.D.: Me sabe mal escribir esto de una saga por la que tenía predilección. Quizás no haya sido para tanto. ¿O sí?

El día del estreno

04 mayo 2007

Hace tiempo que piensas en ese día, y aunque lo ves algo lejano, sabes que llegará. Falta más de un mes, pero tú ya tienes la entrada comprada: una butaca centrada, por supuesto. En la fila 12. Perfecto.

Cuando el viernes por la tarde miras el reloj y ves que quedan dos horas para que la película empiece, tú ya estas preparado, duchado, bien vestido y con unas ganas tremendas de que la sala oscurezca. Te diriges al cine, con toda la ilusión del mundo, entras a la sala, tomas asiento, y esperas. Hasta la publicidad de ópticas, restaurantes y anuncios de la Comunidad de Madrid (o la que corresponda) te hacen disfrutar: no es más que un aviso de que se acerca el momento. Oyes un murmullo, alguien hablando por el móvil, pero bueno, es normal (ni siquiera se han apagado las luces).

Ahora sí que la luz empieza a atenuarse. Llegan los trailers: mejor, más cine. Pero...ya empiezas a olerlo: en serio, es un tufillo algo extraño, pero inconfundible: detrás de ti se han sentado un grupo de chavales (...), muy simpáticos y con ganas de demostrar su valía. Durante el primer trailer te enteras de poco, te relajas y piensas que es sólo algo pasajero. El ruido empieza a cesar, y vuelves a estar tranquilo. Falsa alarma. Llegan las risas. Más bien, carcajadas. ¿O debería decir bramidos? Los graciosetes de turno tienen un grupo clonado unas filas más abajo. Los jovencitos (y jovencitas) en cuestión tienen ganas de pasarselo bien, ¿y dónde mejor que en un cine?


Mientras, los trailers acaban y la peli empieza. Ya te dejas embriagar por el sonido, la comodidad (no siempre) de la butaca y la historia que querías ver. Pero de repente, un "leve" movimiento del asiento lo confirma: al de detrás le pica el culo. Pero de una forma bestial. Es más, parece que quiere que todos lo sepan, porque no hace más que moverse, reírse (será que es gracioso el picorcillo) y comentar la jugada con el de al lado. Por tu cabeza pasa el primer deseo de actuar, pero dejas que pase. Sigues prestando atención a la pantalla...

Aún teniendo la sensación de que en cualquier momento alguno de los de detrás va a hacer el imbécil, procuras disfrutar. Pero es entonces cuando ocurre: suena el móvil. Y por supuesto es el del culo picante. Tiene un sonitono-que-mola-mazo, una mezcla entre: "Morena, mulata, muevete así". Pasan 5 segundos y aún no lo ha cogido. Es más, parece que no sabe ni que está sonando. Cuando se da cuenta, obviamente, mira quién es, se lo dice al amigo de la izquierda, y lo coge. Por increible que parezca, oyes a la otra voz.

- ¿Qué pasa loco?
- Estoy en el cine tío, viendo al Spiderman, tal.
- Mira, que... ¿quedamos luego?
- Sí, sí...a las 10, luego te llamo.
- Venga, hermano.

Notas que la vena del cuello empieza a hincharse, y sientes deseos de tener poderes de la fuerza para poder estrangular. En estos momentos me iría al lado oscuro sin pensarmelo ni siquiera una vez.


Y por si fuera poco, algo aún peor pasa: inconscientemente, no estás pendiente de la película. Y lo peor es que lo sufres en silencio mientras los (...) de detrás siguen a lo suyo. Les das un aviso (y mientras crees que estaban bailando). Pero les da igual, te miran mal y después de 30 segundos, siguen a lo suyo. Ya ni te importa que el de delante se saque un bocadillo de una bolsa del supermercado, o que el de al lado mira incesantemente el móvil para ver qué hora es. ¡Pero coño!, ¿es que acaso vas a irte antes de la sala o qué? ¿Qué más da la hora que sea si has venido a ver una película? ¿Tanto te aburre que es más divertido ver la hora? ¿Y además lo tienes que hacer con la super-mega-requete-luminosa pantalla de tu móvil, de forma que todo el mundo lo pueda ver? ¿Y los...niñatos de detrás... ¿es que no tienen otra cosa mejor que hacer que joder la peli a todo el mundo o qué? A uno se le ocurren cosas bastante crueles que hacer con sus cabezas, o incluso pretende averiguar donde vive para ir a la calle a mostrar que tiene cuerdas vocales para rato, o mejor aún, hacer una excursión hasta su coche.

Al final la película acaba, estás hasta los cojones de todo, y te odias por haber vuelto a caer en la trampa: el día del estreno. Mientras pueda, y aunque me duela, lo evitaré.


Quien no se sienta identificado, que tire la primera piedra...